[vc_row sd_bg_color=»» padding_right=»0px» padding_left=»0px»][vc_column css=».vc_custom_1438094335053{padding-right: 0px !important;padding-left: 0px !important;}»][ultimate_heading heading_tag=»h3″ alignment=»left» main_heading_font_family=»font_family:Montserrat|font_call:Montserrat|variant:700″ main_heading_style=»font-weight:700;» main_heading_font_size=»desktop:18px;» main_heading_line_height=»desktop:30px;» main_heading_margin=»margin-bottom:30px;»][/ultimate_heading][vc_raw_html][/vc_raw_html][vc_column_text]Las hermanas de las Misioneras de María Mediadora estamos prestando nuestros servicios en el campo de educación, salud, evangelización directa, etc. en las áreas remotas de la India. Empezamos nuestra primera comunidad en la Diócesis de Thucklay en Tamil Nadu en el año 2013. El nombre de la aldea es Padathalamoodu. La mayoría de la población de esta zona es muy humilde, son trabajadores agrícolas o trabajadores culíes.
La Congregación de las Misioneras de María Mediadora inició nuestra misión en Padanthalumoodu en el año 2011. Nuestro acuerdo con la diócesis era por tres años para hacer nuestro propio convento, pero no pudo llevarse a cabo por insuficiencia financiera. Las las hermanas viven en un casa alquilada con el apoyo de la diócesis, que ha sido lo suficientemente amable para hacer frente a nuestra situación hasta el día de hoy.
Después de un período de ocho años, en febrero de 2019 logramos comprar un pequeño terreno en Padanthalumoodu y comenzar un convento y algún programa de desarrollo para las mujeres de la zona.
Una de nuestras benefactoras de la FEGV comenzó a ayudarnos ecunómicamente. Gracias a su generosidad colocamos la primera piedra del convento el 2 de septiembre de 2020. Por la gracia de Dios, comenzó la obra de construcción y pudimos completar el hormigón hasta el primer piso y pudimos terminar 75 por ciento del trabajo de construcción. Ahora solo queda el 25 por ciento.
Es difícil expresar la angustia de ver cómo aún no hemos podido terminar este trabajo. En noviembre de 2020 recibimos la financiación de nuestra benefactora, pero entre 2017 y 2020 ha habido una gran crisis económica en toda la India agravada en la actualidad con la pandemia de Covid-19 que ha provocado que los precios de los materiales de obra se disparen, y que la escasez de trabajadores haya aumentado también los salarios.
Por falta de financiación, tuvimos que detener el trabajo de construcción faltando ya poco, lo cual es realmente desgarrador.
Pero gracias a corazones generosos como el suyo, recibimos financiación y pudimos completar el convento y el edificio de desarrollo de la mujer.
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