El día 24 de marzo, a las 5 de la mañana uno de los niños mayores que duermen en una habitación en la granja, nos llamó que fuéramos a ver que le estaba pasando a las vacas. La hermana que acudió a ver qué pasaba regreso llorando y diciendo: “las vacas están muriendo”. Fuimos todos y con asombro, desconcierto, rabia, dolor e impotencia, vimos como una tras otra iban cayendo muertas. Ver morir a los animales así, de repente sin apenas poder auxiliarle con nada, nos causó a toda la comunidad y a los trabajadores mucho dolor.
Llegaron veterinarios de la ciudad, pero, nada pudieron hacer. Los análisis, revelaron que habían muerto por envenenamiento.
Las vacas y todos los animales que tenemos en la granja son el sustento de los más de 150 niños huérfanos que viven en las 10 casitas que tenemos para ellos. Un promedio de 200 personas come diariamente en el centro, porque también vienen los que están internos en las escuelas secundarias. Por eso necesitamos las vacas para la leche y la producción de carne.
Estamos super agradecidas a Allfunds Bank que escucharon con rapidez nuestra llamada de auxilio, y enviaron el dinero para la compra de nuevas vacas. Supuso en ese momento un rayo de luz en medio de tanto desconcierto y tristeza.