Tras la anulación de las elecciones presidenciales por parte del Tribunal de Justicia en el 2019, la repetición de las mismas en junio del 2020 y el triunfo de Lazarus Chakwera como nuevo presidente, Malawi ha entrado en un periodo de calma e intentos de recuperación económica.
La gestión de la pandemia ocasionada por el coronavirus ha mostrado un gobierno cohesionado, en lucha contra todo lo que significa corrupción. Un ejecutivo que no ha dudado en cesar a cuantos han desviado fondos para fines propios comenzando por el propio partido en el poder.
Malawi, uno de los países menos desarrollados del mundo y con una densidad de población muy elevada, basa su economía en la agricultura y sigue teniendo unos ingresos per cápita muy bajos. El nivel de pobreza disminuye en la medida en que el Gobierno va creando puestos de trabajo con ayudas internacionales.